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POLLENÇA, HISTORIA Y PATRIMONIO

DESCUBRE EL CENTRO HISTÓRICO

Pollença, municipio de la Serra de Tramuntana por excelencia, es el más septentrional de Mallorca. Está formado por la villa de Pollença y los núcleos de población del Port de Pollença, Cala Sant Vicenç y Formentor.

El sol y la playa no son los únicos alicientes que Pollença ofrece a residentes y visitantes. Pollença cuenta con una amplia bahía de aguas tranquilas, con cómodas playas y también con pequeñas calas de aguas calmosas y transparentes como Cala Bóquer, Cala Figuera o Cala Murta. Pollença tiene colinas como el Puig de Maria, el del Calvario, el de Santuïri o el de Almadrava, y montes de considerable altura como el Puig Gros de Ternelles o el Puig de Ca.

Pollença también ofrece un atractivo especial al visitante que puede descubrir haciendo un recorrido por el casco urbano; la tradición, la historia, la arquitectura y la cultura son algunos de los ingredientes básicos que propician que el visitante pueda conocer el municipio de Pollença.

Un buen punto para empezar el recorrido es el conjunto del Convento de Sant Domingo; iniciaron su construcción los frailes dominicos en el siglo XVI y se terminó en 1616. Después de su restauración se ha convertido en uno de los centros más representativos de las actividades culturales de Pollença. Es la sede del Certamen Bienal d'Art de Pollença, del Festival de Música y del Museo de Pollença. El Claustro está rodeado por una galería formada por arcos carpaneles sostenidos por unas barriguidas columnas de piedra con capiteles jónicos.

El Museo de Pollença cuenta con una importante colección de pintura contemporánea y piezas arqueológicas. Entre las obras más antiguas se pueden contemplar valiosas tablas góticas, una importante colección de ollas mallorquinas del s. XVII y los Toros de la Punta, piezas de madera de cariz religioso funerario del S. IV a.C, entre otros elementos etnográficos. En cuanto al arte contemporáneo, se pueden ver las obras premiadas en los certámenes de Artes Plásticas, así como un mandala realizado durante la estancia de los monjes budistas en Pollença en el verano de 1990, momento en que el pueblo de Pollença recibió la visita del Dalai Lama. En verano de 1997 la pinacoteca se incrementó con la donación de la obra del artista argentino Atilio Boveri, hijo adoptivo de Pollença.

Junto al conjunto arquitectónico del Convento de Sant Domingo se encuentran los Jardines de Joan March, donde se pueden contemplar ejemplares de los árboles y de los arbustos más representativos de la flora isleña. Las edificaciones de este jardín son la Torre gótica (siglo XV) y los restos de lo que fue la casa del marqués Desbrull. Este espacio público, hoy convertido en jardín, era el huerto de la casa señorial del marqués Desbrull. En el centro de los jardines se encuentra una escultura del héroe pollencí Joan Mas.

Siguiendo la calle empedrada que hay frente a la entrada del Museo y después la calle Guillem Cifre de Colonya se llega al oratorio del Roser Vell. Este oratorio es un edificio gótico de una sola nave que data de principios del siglo XVI. En este reducido oratorio y terrenos adyacentes se establecieron los padres dominicos en 1578, donde enseñaron gramática y catecismo.

Descendiendo por la calle del Roser Vell, a media calle nos encontraremos con lo que se llama la plaza de l'Asolellador, antigua entrada principal del pueblo. Aquí está el denominado Bebedero de San Isidro.

La calle Roser Vell llega hasta los jardines Joan March; desde aquí y siguiendo por la calle Antoni Maura, se llega a la Plaça Major, sin duda alguna el centro neurálgico de la villa. Hoy rodeada de plataneros, ocupa parte de lo que fue cementerio hasta 1821. La construcción de la Plaça Major se inició en 1854 y desde entonces ha sido remodelada en varias ocasiones.

En las inmediaciones de la plaza destacan muchas construcciones, entre ellas, la parroquia de la Virgen de los Ángeles. La parroquia fundada por los caballeros del Temple en 1248, donde construyeron la primera iglesia. El templo actual, edificado sobre el primero, es de 1790, de modelo gótico y ornamentación barroca, y está dedicado a la Patrona de la Villa, la Virgen de los Ángeles. El campanario de la iglesia se levanta sobre la antigua torre defensiva del s. XV.

El recorrido se puede continuar por la calle empedrada del Temple en la que se puede observar el escudo de la orden del Temple que hay en la fachada lateral del bar Can Moixet. Alrededor de la iglesia por el callejón del Vent se llega a la plaza Vella, actualmente escenario de dos fiestas locales multitudinarias: la colocación y ascenso al pino de Sant Antoni (17 de enero) y el baile de los Cossiers (2 de agosto ). Si continuamos por la calle del Temple llegamos hasta la plaza de l'Almoina, pequeña plaza que constituye el centro histórico por excelencia. En medio de la plazoleta se encuentra la llamada fuente del Gallo. Esta fuente era el paro de las diligencias y también donde, por Sant Jaume, los palmeros hacían su baile. Hoy, L'Almoina es el escenario del evento festivo por excelencia: el simulacro de los Moros y Cristianos ( 2 de agosto).

Siguiendo por la calle de Miquel Costa i Llobera se puede observar la casa solariega del poeta Miquel Costa i Llobera y cerca de aquí, en la calle de la Roca, encontramos la casa del pintor e hijo Ilustre Dionís Bennàssar.

Si continuamos por la calle de la Roca llegaremos al oratorio de Sant Jordi, edificio gótico de una sola nave cubierta con bóveda de crucería.

La calle Monti-Sion conduce hasta el conjunto de Monti-Sion, donde unas escaleras de piedra posibilitan el acceso a la plazoleta. El templo de Monti-Sion, edificio sólido y suntuoso de estilo barroco, presenta una sola nave con capillas laterales. El Ayuntamiento de Pollença está integrado en el edificio de Monti-Sion y tiene la entrada principal a la placeta, mientras que la entrada a las oficinas municipales se hace por la escalonada del Calvario.

El Calvario es una pequeña colina de 123 metros, antes llamada de los Templarios, a la que se puede acceder por una bellísima escalinata de 365 escalones flanqueada por cipreses desde la calle de Jesús, al lado del Ayuntamiento. La cima es el lugar ideal para contemplar la belleza del paisaje pollensín. El oratorio del Calvario, con fachada barroca, data de 1795, y es el espacio donde se venera la antigua imagen de Nuestra Señora del Pie de la Cruz. El Viernes Santo la plazoleta del Calvario se convierte en escenario del Descendimiento de la Cruz, y después se inicia la procesión que desciende por la escalinata hasta llegar a la parroquia.

Para bajar hay dos opciones: tomar la misma escalinata o tomar el camino de Les Creus. Bordean este camino catorce cruces de piedra de tres metros de altura, que fueron colocadas en 1878 para seguir el vía crucis.

Al pie del Calvario encontraremos calles muy pintorescas como: Gruat, San Juan, León, Bonavista, Padronada, Salud, Estrella... Si continuamos por la calle del Lleó y, seguidamente, por la calle del Pont Romà llegaremos al Pont Romà, situado encima el torrente de Sant Jordi. Este puente, formado por dos arcos desiguales, conserva la arquitectura original.

Cabe mencionar el pozo medieval de Els Tiradors, situado en la calle de Cecili Metel, y el del Verger, situado en la calle del Verger. Se trata de los dos pozos públicos más antiguos que todavía se conservan, pero que fueron rehechos —sobre todo en lo que respecta al cuello y al arco que aguanta la polea— a principios del siglo XIX.

Actualmente Pollença todavía goza de renombre dentro del mundo cultural y artístico gracias a iniciativas públicas como el Festival de Música de Pollença y el Museo de Pollença.